Amarrar correctamente
Amarrar con seguridad en el puerto es primordial para garantizar la protección de su propia embarcación y de las embarcaciones vecinas. Aquí, Pantaenius responde a preguntas sobre el número necesario de amarras, las longitudes adecuadas, los métodos de sujeción y el uso de amortiguadores.

Cada amarra cumple una función singular y no deben utilizarse para otros fines.
2. ¿Cómo medir la longitud de los las amarras?
La longitud de los cabos de amarre depende de varios factores, como el tamaño de la embarcación, la altura del muelle sobre el agua y las condiciones del puerto. Como regla general, se recomienda llevar a bordo al menos dos cabos de amarre que midan 1,5 veces la eslora de la embarcación y dos que midan la eslora exacta del barco. Además, es aconsejable llevar cabos de amarre más largos. No se recomienda acortar los cabos de amarre a una longitud determinada, ya que es habitual que el nivel del agua fluctúe, especialmente en las zonas costeras. A la hora de seleccionar el diámetro, tenga en cuenta el tamaño y el desplazamiento de la embarcación, así como las condiciones a bordo. Si sus cornamusas no pueden alojar cabos gruesos, opte por un cabo de menor mena que le aporte mayores prestaciones en cuanto a resistencia. Los fabricantes ofrecen tablas para seleccionar la mena adecuada.
3. ¿Cómo se afirman los cabos de amarre en el puerto al pantalán, a los bolardos y a la propia embarcación?
a. Al pantalán
La mayoría de los pantalanes disponen de cornamusas o Norayes a los que se afirman, se pasan o se encapillan las amarras. El método preferido para asegurar los cabos a las cornamusas o a los Norayes es utilizar una gaza con un as de guía. Si optamos por la opción de usar una gaza hay que encapillar la amarra para que el barco que ya estaba usando esa cornamusa o Noray pueda largar su amarra una vez que hayamos encapillado la nuestra. También podemos afirmar el cabo a la cornamusa o al Noray con un nudo de ballestrinque asegurado con dos cotes. Es crucial asegurarse de que el cabo es lo suficientemente largo para permitir ajustes desde la embarcación o desde el pantalán cuando sea necesario. Además, tenga cuidado en mantener un nivel de tensión adecuado (ni demasiado flojo ni demasiado tenso) para evitar daños. Para evitar el desgaste de los cabos, evite que éstos se arrastren por el muelle. Si es necesario, considere la posibilidad de protegerlos con trozos de mangueras.
b. Al noray/bolardo
Se puede utilizar un as de guía en el bolardo o el noray, sobre todo si ya no es posible ajustar la longitud del cabo después del amarre. El bolardo/Noray es el lugar más apropiado para utilizar un as de guía. Asegúrese de que el seno es lo suficientemente grande como para permitir un fácil largado del cabo, si ya hay una gaza sobre ese bolardo/noray no olvide encapillar el suyo. En los casos en que se prevean grandes cargas, el as de guía debería reforzarlo.
c. A su propia embarcación
Fije los cabos de amarre a las cornamusas de la embarcación mediante un nudo de cornamusa. Para evitar dobleces en las amarras, seleccione las cornamusas adecuadas y colóquelas en la dirección de tiro habitual, que no siempre estarán en el sitio idóneo de la embarcación para la maniobra de amarre. No es muy recomendable que las amarras se crucen; sin embargo, cuando no hay otra opción, es esencial comprobar que no haya zonas de roce o corte sobre las amarras cuando trabajen en posiciones no muy óptimas.
4. ¿Es aconsejable utilizar amortiguadores y, en caso afirmativo, ¿Cómo?
Se recomienda el uso de amortiguadores para mitigar los esfuerzos repentinos sobre la embarcación y evitar daños, especialmente cuando se opta por materiales de poca elasticidad en la confección de las amarras. Asegúrese de que los amortiguadores tienen el tamaño adecuado para absorber las cargas. Los amortiguadores suelen estar fabricados con materiales flexibles como el caucho. Además, recuerde que los amortiguadores están sujetos a desgaste y deben sustituirse en consecuencia.
